Sunday, September 16, 2012

China and Mexico's transitions in government

In his opinion on the disappearance of the Chinese Vice President published in Bloomberg.com on September 13,  HLS Professor Noah Feldman reminds us of the importance of transitions in democratic systems of government. As long as the transition its assured and it runs without major problems, the legitimacy of the regime and the government is sustained. Mexico had a similar transition mechanism, without the democratic element, like the one seen in China now. Before the year 2000, the President would select its successor after negotiating with different members of the PRI. The most important rule of the system was that the current president could not be reelected and that he should appoint the successor. This system workout well for more than 70 years, until democracy was installed in the year 2000. China is not that different in this sense. The next leader of the country is selected by a small group of party members in a closed door discussion. What its assured is that every element is analyzed inside the party and that a transition will happen without having a violent process.


http://www.bloomberg.com/news/2012-09-13/silence-on-xi-undermines-chinese-leaders-legitimacy.html?utm_source=News%40Law+subscribers&utm_campaign=9c62abd6ee-News_Law_Friday_Sept_14_20129_14_2012&utm_medium=email

Friday, September 14, 2012

Sobre el caso Zedillo

Entrevista con Ana María Salazar sobre el caso de Zedillo en Estados Unidos. 


http://www.imagen.com.mx/imagen-news-august-14th-0

El “plan A” del Presidente Calderón

Columna publicada el 6 junio, 2012 en Animal Político 
http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2012/06/06/el-plan-a-del-presidente-calderon/

Por: Guillermo J. García Sánchez*  (@GuillermoJGarci)

En su última visita a los Estados Unidos el Presidente Calderón comentó que quiere dedicarse a la academia una vez entregadas las llaves de Los Pinos. Por cuestiones de seguridad personal, por su cercanía con la Casa Blanca y por haber estudiando su maestría en Boston, lo natural es que su transición de “Sr. Presidente” a “Profesor” la lleve a cabo en alguna universidad estadounidense. De entrada el primer paso ya lo dio cuando, sin estar obligado a ello, decidió ayudar diplomáticamente al ex presidente Ernesto Zedillo respecto a una serie de acusaciones que se le imputan en EE.UU. por violaciones a los derechos humanos en México.
En efecto, en septiembre de 2011 el ex presidente Zedillo fue demandado por crímenes de lesa humanidad en el estado de Connecticut conforme a la Ley de Responsabilidad Civil por Hechos Ilícitos de Extranjeros (Alliens Tort Statute). En la demanda se acusa al actual profesor de la Universidad de Yale de haber participado como jefe de Estado por acción u omisión cuando en 1997 fueron asesinados brutalmente 45 indígenas tzotziles de la comunidad de Acteal en Chiapas. No obstante que son hechos que sucedieron en México y que era presidente en esa época, tal acusación es posible puesto que desde hace varios años las cortes estadounidenses han considerado que los extranjeros pueden ser demandados civilmente por violaciones graves al derecho consuetudinario internacional (Filártiga v Peña-Irala y Sosa v Alvarez-Machain). Para identificar el contenido de estas normas las cortes se han valido de tratados internacionales, de las leyes de los países donde el crimen fue cometido y en la práctica internacional.
El ex presidente Zedillo en lugar de defenderse sobre el fondo y negar su participación en la matanza, alegó inmunidad diplomática conforme a otra ley que protege los actos soberanos de los Estados (Foreign Sovereign Immunities Act). Esta ley ha sido interpretada por la Suprema Corte de Justicia de EE.UU. en el caso Samatar v Yousuf como exclusivamente aplicable a representantes oficiales del Estado en el momento en que la demanda es presentada. Es decir, por interpretación judicial no cubre a ex funcionarios. Sin embargo, la Corte también ha sido consistente en solicitar la opinión del Departamento de Estado para evitar incomodar las relaciones diplomáticas de Washington. En este baile judicial la opinión del Estado de origen del nacional demandado, en este caso México, pesa mucho. El juez en el caso del ex presidente Zedillo hizo lo propio y se encuentra esperando que la oficina que preside Hillary Clinton comente sobre el tema.
¿Cómo entra el Presidente Calderón en esta historia? En un esfuerzo por persuadir la opinión del Departamento de Estado en el caso de Zedillo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) solicitó formalmente que se le otorgue inmunidad al ex presidente contra la demanda civil. Es decir, el presidente panista está arropando al ex presidente priísta ¿Por qué en un año electoral le convendría al Presidente Calderón que Zedillo se ahorre la defensa sobre el fondo? Sin inmunidad el ex presidente Zedillo tendría que explicar públicamente sus decisiones respecto del conflicto en Chiapas. Lo anterior, es redituable políticamente para el PAN en su esfuerzo por revivir en la memoria de los mexicanos el pasado autoritario priísta.
Mucho se puede especular respecto de las razones detrás de la solidaridad del Presidente Calderón, pero lo que es indudable es que está acomodando sus fichas ante el PRI, y de paso en las cortes estadounidenses, de tal forma que le podrían beneficiar en caso de que decida mudarse al norte del Río Bravo. De entrada el Presidente está sentando un precedente judicial para dar inmunidad a ex jefes de Estado que radican en EE.UU. contra acusaciones de derechos humanos. El temor de Calderón de eventualmente enfrentar una demanda civil similar por sus decisiones en la guerra contra el narco es más grande que el beneficio de dejar al ex presidente priísta solo. En una segunda óptica, el plan del Presidente es cobrarle el favor al PRI en caso de que ganaran las elecciones el 1 de julio. De otra manera cómo podríamos explicar que deje pasar una oportunidad para abrir la cloaca del pasado priísta y que los contrincantes de Peña Nieto capitalicen el evento.
¿Será que el Presidente ya dio por perdida la batalla del PAN y está planchando por diferentes frentes su inmunidad en EE.UU.? Si gana Peña Nieto, el PRI se la va a deber; y si gana Andrés Manuel ya tiene una carta que alegar en las cortes estadounidenses si el gobierno “amoroso” no lo quiere ayudar. Por donde se vea la cosa, salir a la defensa de Zedillo es un buen plan A para el Presidente a expensas del PAN en campaña. Lo anterior es consistente con la percepción de que los calderonistas en lugar de ayudar a ganar las elecciones, están jalando agua para su molino.


* Guillermo J. García Sánchez es abogado, internacionalista y maestro en derecho internacional